A veces pienso en ¿qué parte del cuerpo o de nuestro organismo es nuestro mejor aliado en la vida??.
¿Será el corazón? que por un lado sin él definitivamente no podemos vivir....bueno, malo, con o sin by pass, pero TIENE QUE ESTAR AHÍ y por otro lado es simbólicamente el dueño de nuestros más profundos sentimientos, amores y desamores, esperanzas, ilusiones, emociones, decepciones, frustraciones, etc. etc. etc
Será nuestro cerebro??? Porque da todas las órdenes como comandante a sus soldados y dirige hasta nuestros mas mínimos movimientos ya que el cerebro es nuestra parte inteligente y por más que nos queramos hacer los locos con él, definitivamente termina mandando y dirigiendo cada uno de nuestros movimientos.
Lo que sí, hay que reconocer que el corazón a veces se caga al cerebro; sip...hay veces en que el corazón siente lo que quiere sentir, sin importarle que el cerebro esté emputecido con él tratando de hacerle entender y razonar y pensar que lo que está sintiendo y haciendo es absolutamente irracional y desquiciado y que lo más probable es que producto de sus caprichos enceguecidos, va a quedar mal herido, y va a tener que hacer trabajar el doble...y hasta el triple al cerebro para poder remediar la cagá que dejó con tanta sensibilería; pero de que lo hace weon...de eso no hay duda.
Después, pienso en mis ojitos, serán buenos aliados??? ellos me permiten ver las cosas y a las personas como son....hmmm...NOP....definitivamente no....mis ojitos simpre me engañan, me hacen ver cosas en las personas que no son, no me muestran la esencia de lo que veo, solamente lo superficial, y pa peor....ME DELATAN....pensándolo bien, mis ojitos son unos de mis peores aliados....ellos le muestran al mundo todo lo que yo pueda estar pensando, sintiendo, imaginando o creyendo (son bien desleales los desgraciaos!!!!)
Mi boca, por otro lado, tampoco lo hace nada de mal, habla cuando no debe, dice justo lo que no quiero decir, tartamudea cuando más segura debo mostrarme, calla cuando tengo mil cosas que decir, y se taima cuando se le para la raja. En realidad ese dicho “POR LA BOCA MUERE EL PEZ” definitivamente está dedicado a mi boquita; que increíble es esta farsante.....tan piolita que se ve, pero cuando menos me lo imagino, está echando afuera todos mis mas profundos y escondidos sentimientos y me deja en pelota, o sea, absolutamente vulnerable, sin carcasa desmontable ni protección para ataques terroristas de personas inescrupulosas que aprovechan de tirar misiles de honestidad y sinceridad - de esos que uno siempre espera de las personas, pero que en el momento de los quiubos uno se dice “gracias por la honestidad pero no era pa tanto....je je je” - y ahí queda la boquita...porque además de todo, después de que las caga se hace la weona, se pone a cantar, a fumar, o peor aún...se pone a tratar de arreglar la cagá que dejó, sin darse cuenta que mientras más trata de arreglarlas mas va dejando la cagá...y.....entonces que pasa, ahí empiezan a funcionar......mis orejitas, las que mientras mis ojos están reflejando todo lo que pueda estar sintiendo y mi boca esté dejando el CAOS mismo con tanta palabrería, tienen que hacerse el ánimo de escuchar esas palabras que no querías escuchar....pa mas remate, la boca sigue hablando wevadas...como que se empila la weona, como que mientras peor pueda sentirme yo, mas va hablando y dejando la cagá.
En resumen...tenemos mis orejas con equalizador a full oyente absoluto de cosas que no queremos escuchar; mi boquita parlante con micrófono, karaoke y eco incluido, y que se encarga de hablar cosas que no quiero ni debo decir; mis ojitos, absolutamente conectados con mi corazón, mostrando todo lo que en verdad estoy sintiendo o me está pasando en ese momento en que entre orejas y boca me tienen la pura cagá. En fin, creo que definitivamente ninguno de los tres entran al ranking de los “mejores aliados”.
Ahora, éstos nominados podrían actuar aún más deslealmente.....miren......súmenle a este patético cuadro nuestras infaltables, irracionales, insospechadas e inesperadas HORMONAS....ahí si que me queda la cagá.
Las hormonas si que son raras, te pueden brindar los mejores momentos de tu vida; te pueden hacer ver y distinguir que aquella persona que considerabas como tu “amiguiO” en realidad es más que eso con sólo hacerte sentir mariposas en la guata; te pueden llevar a sentir que estás en las nubes con un simple beso, y te pueden llevar a tener el mejor encuentro cercano del tercer tipo con tu pareja si ellas se lo proponen, o sea....pueden ser – a veces- tus mejores aliadas. Sin embargo, estas pérfidas son de doble estandar; cuando estamos en esos días en que estas yeguas andan revolucionadas porque viene la esperada regla o menstruación (también conocida como la Johana Meneses, La Juanita Perez, Las visitas del sur, los Días R, etc.), éstas desgraciadas son capaces de darte los peores días de tu vida. Se conectan directamente con tu corazón, cerebro, ojos, boca, orejas y los hacen hacer puras barbaridades. El corazón empieza a pescar al cerebro, entonces empieza a cachar realmente lo que está pasando, empieza a razonar, por lo mismo empieza a apretarse, a veces llega hasta a sufrir, haciendo que los ojitos empiecen a llorar, que las orejas quieran escuchar pura música de esa que te hace llorar única y exclusivamente pa darle mas pega a los ojos; y ni hablar de la boca....puro suspirar y decir “Que sea lo que Dios quiera” (pobre mi Diosito, en esos días debe quedar chato conmigo de tanto suspirar y encomendarme a él). Después de esto viene la otra etapa en que siguen las hormonas weviando al cerebro, dale con mandar por sobre el corazón, entonces viene esa parte en que te enchuchai....¿por qué???...no se po....pero andai enchuchá por la vida, todo te revienta, todo te molesta, odias a todo el mundo, TODOS TE QUIEREN PERJUDICAR, y como la boquita es loca la weona empieza a tirar mierda pa todos lados, las orejas se hacen las locas, no escuchan nada que no quieran escuchar, y los ojos están absolutamente desorbitados porque no cachan por qué chucha tení tan la cagá en la vida....Y LA CAGÁ EN LA VIDA, porque te sentís de lo peor, ves que toda tu vida está patas pa'rriba, que todo lo que has hecho lo has hecho mal, más encima te mirai al espejo y encontrai todos esos detalles con los que a diario te enfrentas y que se supone “tienes asumidos”, y te odias con toda el alma porque resulta que en esos días NO LOS TIENES ASUMIDOS.....todo mal.
Luego éstas descriteriadas (porque aquí si que se van al chancho las muy mariconas), empiezan a weviar a nuestro estomago, y el weon se vuelve rebelde altiro, entonces vamos comiendo helados, pasteles, chocolates, manjar, super 8, negritas, galletas, donuts, berlines, tortas...y ufff...todo aquello de lo que te privaste hasta hace pocos días atras por tener exceso de calorías e ir en contra de la lucha permanente contra los kilitos de más.
Se dan cuenta del doble filo de las HORMONAS.....o sea....lejos son lo menos confiable que podamos tener, y mas encima, pueden influir en todo lo que podamos hacer o dejar de hacer...(yeguas las desgraciás....femeninas tenían que ser po!)
Lo peor de todo esto, es que después de esos días, cuando todo vuelve a la normalidad, me doy cuenta de que no era todo tan trágico, todos “no me querían perjudicar”; que realmente todo lo que me pudiera estar apretando el corazon, tampoco era tan terrible; que ya ni me acuerdo cual fue el motivo de mi exceso de rabia como pa andar tan echucha por la vida (digo yo no?); que a quien veo en el espejo a diario soy yo mismita con todo lo bonita o fea que me pueda ver y que a menos que pague una buena cirugía nada me va a cambiar; y que más encima por culpa de estas "amigas-enemigas" (como dice mi amigui Clau) hay dejao cagás gratuitamente.
Se dan cuenta?? después de esto todo vuelve a su normalidad, la boca sigue metiendo las patas, mis ojos me siguen delatando, las orejitas escuchan, el cerebro analiza y sigue mandando...todo en su justa medida..... pero aunque no quiera y por mucho que luche contra esto....mi corazón (bien o mal) sigue primando por sobre todas las cosas, no sé si finalmente será mi mejor "aliado" o mi peor "enemigo", porque aunque racionalmente pueda estar equivocada, aunque mi boquita diga cosas que realmente no quiere decir, que mis orejitas oigan solo lo que quieran escuchar, y que mis ojos no lloren cuando realmente quieran llorar, lo que sienta mi corazón...en eso nadie puede mandar.