Mas cachúa quedé po.....cual sería la idea de la Estercita, que siguiera mi lucha permanente contra la raza de las de pelo amarillo; que aprendiera a quererlas y a aceptarlas porque son parte de la vida,...... aunque te quiten la mirada del hombre que te hace latir el corazón; que pensara en el típico “ HAY DE TODO EN LA VIÑA DEL SEÑOR”; chuchas y rechuchas...si yo ya había intentado todo eso y ya no había dado resultado ....trataba de aceptarlas...LO JURO..... pero ante el primer efecto que causara ante la mirada de mi pareja, las volvía a odiar y nuevamente quería tenerlas a toas juntas ahí mismito pa dejar caer un balde con toneladas de tintura negra pa que nunca mas en su vida volvieran a tener ese color radiante y esplendoroso que tanto las endiosa a las muy desgraciadas.

• Mira Alejandra – me dice muy seria la Ester- lo que tu tení que hacer, es TENER LA ACTITUD DE UNA RUBIA, tener su desplante, su coquetería, su simpatía, su apatía, vas a ver que vas a tener el mismo efecto.
  Tu sales a la calle, REGIA COMO SIEMPRE (linda ella), y piensa e imagínate que eres rubia, entonces, caminas como tal, te mueves y contorneas como tal, coqueteas con tu andar, vas a ver cómo se van a dar vuelta a mirarte y vas a sentir incluso la envidia y/o admiración de las mujeres.
  Prueba, después de eso, ve los resultados, y si querí recién después de intentarlo te tiño rubia.

Al final la Estercita me cortó las puntas y pare de contar, y bueno, a parte de lavarme el pelo y cortarme las puntas me lavó también el cerebro.

Llegue a mi casa, analicé el tema, lo digerí....una y otra y otra vez se me dio vuelta en la cabeza y en el estomago, hasta que: DECIDI CHANTARME A LA BLONDIE ENCIMA.
Volví a mi rutina, pero esta vez con actitud de rucia (ojo...no de tonta...de rucia, son dos cosas muy distintas....tema para otro día).

En realidad, yo nunca he sido muy introvertida....muy por el contrario, me caracterizo por ser pensamiento hablado y por lo que me han dicho por ser “muy coqueta”, entonces....¿qué tanto tenía que cambiar? Pensé, pensé y pensé, y claro, había algo que también era muy característico de mí y que no era parte de las “de pelo amarillo”: Siempre he sido muy destartalá, ando caminando por la vida y a veces no me doy cuenta cómo: a veces no camino......DOY PASOS POR LAS CALLES....como divagando pensando.....pensando qué.....pensando nada......yo creo que hasta camino media dormida.

Entonces, busqué un modelo.....alguien cercano de quien poder aprender, a quien poder mirar y observar los detalles de la actitud que yo necesitaba adoptar....y adivinen con quien me encontré: NADA MAS Y NADA MENOS QUE CON LA RUCIA DE LA OFICINA. Claro...era el mejor ejemplo que yo podía seguir.

Siempre en las mañanas me encontraba con ella antes de llegar a la oficina. Ella, desde que se bajaba del auto era TOP, cerraba la puerta del auto caminaba hacia la oficina, atravesaba las calles y todo...era casi como un comercial de CACHANTUN.

Cuando me hice el autoanálisis en la misma situación, descubrí lo siguiente: venía siempre toa chascona, desarmá, terminando de abrochar los botones del abrigo, arreglándome la bufanda, pelo mojao, rulos por todos lados, con la cara absolutamente deslavada, tratando de armarme en el colectivo y cuando llegaba a destino...me bajaba y AJJJHHHH!!! era un verdadero desastre, caminaba por inercia, medio terminando de arreglarme, medio tratando de coordinar el paso y no sacarme la chucha con los tacos, medio tratando de apurarme porque obvio que voy atrasá....ufff...etc. etc. etc.

Así que empecé a cachar cada uno de los movimientos de la RUCIA, estudié hasta sus más mínimos gestos al caminar, al mirar si venía una auto, como iba a cruzar, como se iba a parar a esperar la luz verde....TODO; cuando ya tuve dominao el tema me CHANTE LA ACTITUD DE LA RUCIA. Muchas veces se me olvidaba, claro...no era parte de mi esencia, pero no hacía mas que mirar pal frente y cachar que venía ella, y que todo el mundo volteaba a mirarla y me empezaba a armar de a poco - que camina derecha, con la cara en alto, las caderas pa alla y pa acá, vista al frente, no pesco a nadie, no me importa nada porque soy regia regia regia...que despreciable!!!-

Hasta que llegó el día en que al llegar junto con ella al edificio - contorneándome y quebrándome tanto o más que ella -....me agarraba todas las miradas YO - claro...porque muy rucia será pero los años de menos tambien me juegan a favor - obviamente la rucia me odió.....peeeero, son pelos de la cola, lueguito se le pasó.

Bueno, así y todo, debo reconocer que las muy malditas siguen apareciendo en mi vida tratando de sabotear mis affeares. Pero, como me dijo la Estercita, con ACTITUD, además de DISCIPLINA Y CONSTANCIA (jejeje) he logrado sacarlas de mi camino. Sé que seguirán apareciendo, una y otra vez, serán un desafío constante en mi vida, pero ya no me asusta ni me dejo disminuir por las muy yeguas....ya que me pude demostrar a mi misma que no necesito ser rubia para ser mirada y admirada tanto por hombres como por mujeres, y que sólo con ser YO (y un poquito de algunos retoques) puedo conseguir lo que me proponga; y...OJO....y por favor créanme....no es exceso de vanidad, es solo que aprendí a quererme, a aceptarme y a valorarme así, tal cual soy y por otro lado entender que: NO ES CUESTION DE SER RUBIA, MORENA, ALTA, GORDA, CHICA, NEGRA, PELA, PELUA, ETC. ETC. ETC., ES UNA CUESTION DE ACTITUD.

Gracias Estercita, sin tu ayuda jamás lo hubiese logrado entender.